Schloss CharlottenburgUna boda principesca en el Gran Invernadero del Schloss Charlottenburg
Por desgracia, Schloss Charlottenburg no está disponible actualmente para celebrar bodas.
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¡Ha llegado el momento! El duro trabajo y los meses de planificación se ven recompensados en este día. El aire se llena de emoción.
Nuestra novia está en las mejores manos. Por la mañana, la recibe un equipo dedicado al bienestar en su villa decorada con hortensias blancas y orquídeas. La mimarán con un masaje y otros tratamientos profesionales para que esté perfectamente relajada antes de pasar por el altar unas horas más tarde.
Después de este maravilloso programa de bienestar con el novio y sus hijos, es fotografiada fresca y radiante en su propiedad por un reportero de bodas contratado especialmente.
Mientras tanto, el Gran Invernadero de Schloss Charlottenburg está siendo transformado en una imagen completamente nueva y única por un colectivo de 70 personas de diversos departamentos, como tecnología, restauración, floristería y producción.
En un Rolls Royce Phantom negro, los novios y el fotógrafo continúan hacia una catedral ortodoxa rusa, seguidos de cerca por la familia, el equipo de vídeo y la maquilladora en el nuevo Mercedes Clase V negro.
Se trata de una hermosa ceremonia nupcial celebrada por el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Alemania. Tras los románticos votos matrimoniales, suenan las campanas de la iglesia y la solemne comitiva se dirige a Schloss Charlottenburg.
Al entrar en el histórico vestíbulo del Gran Invernadero, los invitados sienten inmediatamente que les espera una noche de baile inolvidable. El elaborado fotomural, rodeado de hortensias blancas, orquídeas y tres matroushkas de tamaño natural, es el punto culminante de la recepción. Ésta comienza tradicionalmente con karawai y sal. Después de mimar a los invitados con manjares y champán, los novios reciben felicitaciones y regalos delante del muro de flores. Los niños son recogidos por «Masha y el Oso» para una fiesta infantil aparte, donde se les entretiene durante toda la velada.
Una vez en el salón de baile, las mesas decoradas festivamente brillan con magníficos adornos florales y detalles entrañables. Como es costumbre en Rusia, la primera ronda de baile la abre el primer número del espectáculo, un colorido grupo de auténticos gitanos. A continuación tiene lugar un conmovedor baile de apertura, acompañado de un magnífico espectáculo de fuegos artificiales en el escenario, seguido de un programa perfectamente planificado. Muchos artistas han viajado desde Rusia, como Lezginka, el campeón mundial de beatboxing Wachtang, Roberto Kel Torres y el más famoso doble de Putin, Dmitriy Grachev, como gran final.
Los entrantes son servidos a las mesas por un servicio de catering ruso clásico. Los excelentes platos principales, celebrados por el chef estrella Kolja Kleeberg, ofrecen todo lo que mantiene unidos cuerpo y alma.
A medianoche, la magnífica tarta nupcial de tres metros de altura de la pastelería francesa de lujo Lenôtre te impresionará. Acompañada con estilo por las elegantes canciones del Coro Cosaco Don, esta boda rusa de ensueño es un acontecimiento único.
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